jueves, 28 de junio de 2007

Persiguiendo fantasmas y amigos imaginarios

No me gusta el cine de terror, la verdad que me aburre y lo encuentro sin sentido. Pero reconozco que me han gustando algunas cosas del género llamado “terror psicológico”, ese que no muestra sangre ni monstruos fantasmales como el viejo Freddy de “Pesadilla” o la niña del pozo de “La llamada”.

El impacto de este tipo de cine se produce en ese instante cuando se devela el misterio y nos llevamos la mayor de las sorpresas.

No se si viste “Mente siniestra”. Es la historia de David Callaway, (Robert de Niro) un padre viudo con una pequeña hija llamada Emily. Su esposa Alison, muere repentina y misteriosamente, traumatizando a ambos. Padre e hija se mudan al norte del estado de Nueva York, intentando alejarse de los recuerdos de su vida con su madre en Manhattan.
Emily empieza una amistad con Charlie, un amigo imaginario. En un principio, David ve a Charlie como un medio que podría permitirle a su hija expresarse y busca hacer de Charlie un amigo común.

Pero las cosas cambian cuando por la madrugada aparecen extraños mensajes en la bañera (lugar de la muerte de Alison), luego un gato muerto y por último el misterioso asesinato de una nueva amiga de David.
La inesperada sorpresa te la llevás cuando el personaje interpretado por De Niro descubre la identidad del misterioso Charlie..

Otra historia en la que se da esta particularidad es “Los otros”, con Nicole Kidman (Grace). Grace vive sola en una mansión con sus dos hijos pequeños, Anne y Nicholas que tienen una rara enfermedad. La guerra ha terminado pero su marido aún no ha vuelto.

Respondiendo a un aviso de trabajo aparecen en escena tres raros personajes (un jardinero, una limpiadora y una mujer que cuide de los niños).
Entre cortinas, puertas y ventanas cerradas, y un ambiente estrictamente religioso van pasando los días hasta que Anne dice que hay fantasmas en la casa. El clima de la película se hace cada vez mas intenso hasta que.. algo pasa y desde Grace hasta nosotros, quedamos con la boca abierta.

Antes de seguir, pido perdón de antemano porque voy a quebrar un "código de honor" y voy a develar el final de estas películas.

En “Mente siniestra” David descubre que el amigo imaginario de su hija, en realidad era una de sus dos personalidades.

En “Los otros” Grace buscaba escapar de los fantasmas de la casa cuando en realidad ella y sus tres hijos eran los fantasmas que habían sido encontrados por los nuevos dueños de la mansión.

Ironías de la vida...
Cuantas veces nos encontramos así; persiguiendo amigos imaginarios asesinos y fantasmas para darnos cuenta que los fantasmas somos nosotros.

Años de nuestra vida perdidos culpando a los demás de nuestros fracasos y de lo que no pudimos concretar. Años de nuestra vida anestesiándonos con el “si hubiera...” , “si no me habría...”.

No digo que no haya sido injusto lo que te pasó o lo que te hicieron. Solo quiero hacerte ver la trampa de las malas experiencias y animarte a que cambies de actitud, porque si Cristo está en tu vida, eso que te hicieron no es algo digno de detenerte.

Dejá de correr a los demás como si fueran los culpables de lo que hiciste o no pudiste hacer. Animate a que se devele el misterio: vos sos Charlie, vos sos el fantasma. La sorpresa será grande y por momentos difícil de digerir. Pero creeme que valdrá la pena el mal trago.

Ese es, precisamente, el momento de tomar impulso hacia adelante.

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