Solo dejá que suceda

Como todo lo verdadero de Dios empieza por dentro y después afecta toda nuestra vida, reflejando lo que nos ha sucedido en el corazón. 

Esta es la esencia del evangelio, así de sencillo y así de profundo. Si no escribiera mas, con esto bastaría.

Cuando el "combustible" se nos está agotando, nuestro tanque no se va a llenar de nuevo porque nos esforcemos en hacer esas cosas que hace la gente cuando tiene el corazón encendido. Esto no va a resultar.

Erramos cuando creemos que si nos entusiasmamos, o tratamos de entusiasmar lo suficiente a alguien con la iglesia, o las actividades que hacemos en ella, creyendo que así se va a restaurar ese altar.

Mas bien lo que tenemos que hacer es ocuparnos en que nuestro tanque se llene, ir en lo secreto de la intimidad con Dios, y en lo secreto de nuestro corazón (ese es el lugar íntimo), permitir que Jesús nos enamore de nuevo. 

¿Como se hace esto?. Me preguntó alguien en estos días, e inmediatamente tuve la respuesta con una claridad sorprendente, por la simpleza, la claridad y la profundidad de lo que, considero que, Dios me dio para responder. 

Enamorarse de Cristo es algo que uno simplemente deja que suceda. 

No es algo que se procesa en la mente.  Es darle permiso a nuestro corazón para que se enamore, y dejar que Cristo nos vuelva al primer amor.

Después de eso, nada ni nadie nos va a detener.