viernes, 25 de marzo de 2011

Cristianos de ayer y hoy

Juan 14.12-15 "de cierto, de cierto os digo: El que en mi cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará..."

Cuando leo pasajes así, o al ver las grandes cosas que Dios ha hecho a lo largo de la historia con aquellos que se pusieron verdaderamente en sus manos, para los cuales Cristo no era una religión, dogma o forma: llámense Pablo, Pedro, Esteban, Felipe, Spurgeon, Finney, Moody, Roberts, y otros tantos héroes anónimos que han hecho honor a esta declaración, puedo ver que ésta es otra estirpe, otro tipo de cristianos que el "cristiano promedio occidental". Me refiero a los que habitan en América del Norte, del Sur y Centro. A los que no nos es tan difícil ir a congregarnos, es mas, hasta es parte de nuestra cultura, tanto, que se nos hace algo tan común que al final rebajamos nuestra fe a una confesión social, cultural y relogiosa.
Al leer el libro de hechos, parece que fueran dos tipos diferentes de cristianos. El cristiano promedio que llena hoy las congregaciones y por otro lado, el cristiano "bíblico" que parece mas bien salido de la Biblia misma. 
Y creo que la diferencia esta en que, el "cristiano promedio" , reduce la Biblia a un libro de moral, al cual lo vive parcialmente, o mas bien, externamente. 
Pero el otro tipo de cristianos, se parece a Jesús. Ya sé que esta frase la oímos mucho, y que la repetimos todo el tiempo (claro, sin entendimiento) pero este tipo de cristianos que digo, se parecen a Jesús en todo. Viven lo que vivió Jesús, son mucho mas que una "persona de ejemplo", y van rumbo a ser como Jesús, en todo lo que representa. No reducen a Jesús sólo como un buen maestro de amor y de moral, no lo reducen a ser un tipo que le daba de comer a los pobres. -Jesús es eso pero mucho más- 
Si además de todo eso, Jesús hizo milagros, predicó el reino y enfrentó al sistema religioso, ellos están en camino de hacer lo mismo. Algunos se parecen mucho, otros un poco menos, pero todos van rumbo a serlo, a andar como él anduvo. No solo ejemplo, no solo milagros, no solo moral, no solo solidaridad. 
Exploremos a Jesús, porque hay mucho más. 
Como dice Lucas Leys, "es un pecado aburrir con el evangelio" Ser discípulo de Jesús es mas emocionante que esa formalidad a que lo hemos reducido. 
Por ahí quiero ir. 


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