domingo, 22 de noviembre de 2015

Un proverbio que pone las cosas en su lugar

"Mejor es el pobre que camina en su integridad, que el de perversos caminos y rico" prov. 28.6

Este proverbio pone muchas ideas en claro frente a las falsas enseñanzas de la "teología de la prosperidad" que ganó la mayor parte de los púlpitos actuales, y por ende, nuestra manera de interpretar las cosas.
Pero el sabio Salomón, hombre próspero si lo hubo, viaja hacia nuestra época a través de sus dichos y nos tira abajo la base de esos conceptos.
1. Se puede ser íntegro siendo aún pobre. Se puede ser pobre y no por falta de integridad.
2. Se puede ser un corrupto y rico. Que seamos ricos no implica que seamos íntegros. No todo el que se enriqueció es porque fue "bendecido".
Pero las doctrinas de la prosperidad nos dicen que si somos pobres es por falta de fe o falta de honestidad, y por otro lado, que todo buen cristiano que no está prosperando, "algo anda mal".
Lo mismo le decían al viejo Job sus amigotes..

No hay comentarios.: